“Al final ha sido un orgullo ser elemento de seguridad”, menciona Gustavo Pacheco, elemento de la Guardia Nacional llegó de Ciudad de México a León para participar en los Juegos Latinoamericanos de Policías y Bomberos 2022, en la categoría Jiu-Jitsu.
Gustavo es paramédico egresado de la Cruz Roja con una carrera de 20 años, su principal función es hacer servicio médico, estuvo en el sismo 2017 y apoyó en algunos huracanes en Monterrey, Oaxaca, como Policía Federal.
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“En el 2010 con los huracanes que hubo en Veracruz, Tabasco y Oaxaca los lugares quedaron mal y estuvimos bastante tiempo apoyando hasta Monterrey porque hubo afectación, ese desastre fue a nivel nacional y aunque el sismo del 2017 fue complicado y hubo que trabajar en Oaxaca, Morelos, Ciudad de México, a mí me impactó más la parte de los huracanes”, dijo
Recordó que ha estado en toda la República Mexicana, se ha movido en operativo desde Cancún hasta Tijuana, tenían un quirófano móvil, dos unidades de estudios radiológicos, consultorios móviles con mastografías, para apoyar a los ciudadanos.
“La vida me fue llevando al punto de poder entrar a la Institución de Seguridad, como paramédico tuve la oportunidad de trabajar con la Fundación Michou y Mau, I.A.P., una organización no lucrativa destinada a la asistencia y prevención de niños mexicanos con quemaduras severas. Es complicado estar en la situación de un niño que está sufriendo”, mencionó.
Indicó que su profesión como paramédico y policía fue lo mejor que le ha pasado en su vida debido a que se interactuaron bastante bien ya que el nuevo policía debe brindar atención en salud a la ciudadanía y el ser médico por profesión le ha dejado grandes satisfacciones, no hay para él mejor recompensa que saber que sus compañeros regresen con bien a sus hogares y el estar cerca de personas que apoyó durante eventos naturales.
Jiu-Jitsu forma parte de su vida
Platicó que lleva 14 años practicando Jiu-Jitsu, sin embargo, todo empezó porque anteriormente practicaba Muay Thai, conocido también como boxeo tailandés o tradicionalmente como el arte de las ocho extremidades.
Un día su profesor de Muay Thai comenzó a dar clases en otro gimnasio por lo que decidió seguirlo, sin embargo, miró a una mujer que le gustó que practicaba Jiu-Jitsu y decidió cambiarse de disciplina pero su amor creció en este deporte que continua practicando.
“Fue al estilo Jorge Negrete, me gustó una mujer y me cambié de Muay thai a Jiu-Jitsu”, finalizó.