León, Gto.- Las presas se encontraban en crisis por la falta de agua y las lluvias han venido a rescatarlas de la sequía. Aunque algunas han recuperado niveles, pues varias estuvieron secas, como la de El Palote, y unas más con almacenamiento que apenas llegaba a 5% de su capacidad, se han comenzado a recuperar, pero el agua que tienen aún no es suficiente para cantar victoria.
En un recorrido realizado por El Sol de León, habitantes de las localidades de La Laborcita y Duarte mencionaron que desde 2022 las presas fueron perdiendo el agua, a falta de las lluvias de temporal, sin embargo, ya comienzan a recuperarse, debido a que cuentan con la misma cantidad de líquido que hace dos años atrás, pero éste aún no es suficiente.
“Sí ha llovido porque ahorita se ven las presas como hace dos años, pero sentimos que no es lo suficiente, porque sigue haciendo calor y al final del año otra vez disminuiría el agua al evaporarse; 2023 fue desalentador para nosotros y para nuestros habitantes que traemos a comer y beber a los alrededores de la Presa de Duarte”, mencionó Juan, habitante de la zona.
De acuerdo con los habitantes y visitantes de la Presa de Alfaro y de Otates, comienzan a llegar cada vez más personas, sobre todo los fines de semana, para acampar y jugar en los cuerpos de agua sin temor a un accidente.
“En Duarte y Laborcita han fallecido personas al ingresar dentro de la presa, pero si te fijas el agua es tan clarita que sí se ve hasta donde puedes pisar y por eso llegan personas con niños; está prohibido el ingreso a estas presas, pero por su nivel no hay quien las cuide”, aseguró.
Tanto la presa de la Laborcita y de San Juan de Otates se encuentran muy cerca, el mismo camino te puede llevar a estos dos cuerpos rodeados de cerros verdes. En estas presas también acuden familias a nadar y hacer picnic. Esta última es más común que sea visitada por ciclistas, motociclistas y caminando.
Por otro lado, en la comunidad de Ojo de Agua de Los Reyes hay un gran arroyo que se dividía en dos cuencas que terminaban en el cauce, este también presentó sequía casi total y en las piedras que los rodean se colocaron con pintura medidas para conocer su profundidad, ya que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es el organismo encargado de esta, lo mismo que en la Presa de Duarte, La Laborcita y Otates.
En la Presa Blanca en dirección noroeste de la ciudad. Siempre tuvo agua, debido a que es escurrimiento de aguas negras del municipio de León y su nombre se debe a que cuando caía hacia espuma blanca a causa de los químicos utilizados en las tenerías y hogares. Esta también se favoreció con las lluvias pues aumentó considerablemente su nivel de agua.
Finalmente, la presa que tuvo niveles alarmantes para posteriormente secarse en su totalidad fue la Presa El Palote, al sur de la ciudad principal vertedor de agua, esta es la única a cargo del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), paramunicipal que dota de los servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado a leoneses.
Con exactitud, se puede decir que también cuenta el 21 %, por debajo de su capacidad y la estación meteorológica presa El Palote, ha registrado en lo que va del año un promedio de 244 milímetros de agua (un milímetro es igual a un litro de agua por metro cuadrado). Estos datos cambian constantemente debido al clima.
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Cada presa cuenta con una historia extraordinaria. Por ejemplo, se cuenta que en las cascadas de Otates, se encuentran entre el cerro, ubicadas entre los cerros y de difícil acceso estuvo Pancho Villa, desde sus alturas vigilaba a sus tropas para entrar en combate con Álvaro Obregón.
El Ojo de Agua de los Reyes pasó de ser un rancho a una comunidad de sacerdotes. Actualmente es una comunidad que atesora una presa que da vida a la ciudad con 163 años de antigüedad.