Ante la integrantes de la Comisión de Movilidad, el director Luis Enrique Moreno Cortés, explicó que el plan piloto de ciclovía emergente en el bulevar López Mateos durará tres meses y que sólo para “infraestructura de ágil implementación” se erogarán 3.5 millones de pesos.
Explicó que de acuerdo con lo recomendado por la Organización Mundial de Salud (OMS, se pensó en habilitar un carril de la principal vialidad de la ciudad; sin embargo, aceptó que a la movilidad ciclística le falta conectividad en León, a pesar de 180 kilómetros, estacionamientos y cobertura. Moreno Cortés recordó que en las ciudades donde ya se aplica este programa ensancharon banquetas y recortaron el arroyo vehicular.
En León, le quitarán un carril a los automovilistas del bulevar Francisco Villa al bulevar Campestre, situación que el director y regidores, aceptan puede ocasionar malestar. La prueba inciará el próximo lunes y finalizará el 13 de octubre.
El carril emergente en el bulevar Adolfo López Mateos se realizará bajo el concepto de urbanismo táctico, “que se utiliza no solo para ciclovía, sino para diversas acciones en el espacio público o de intervenciones en el espacio público. Es para probar ante la ciudadanía los elementos básicos de una idea pra impulsar un proyecto”, explicó Moreno Cortés.
Agregó que el urbanismo táctico se puede aplicar en “espacios peatonales, para recuperación de espacios públicos o para transformar una vialidad en espacio peatonal”.
“La ventaja del urbanismo táctico es que primero se hace con equipamientos de bajo costo de una ágil implementación y pone la comunidad en el centro, ya que se hace a solicitud de la comunidad que se comienzan hacer estas intervenciones”, señaló.
El director de Movilidad aseguró que “el urbanismo táctico nos puede dar resultados de su aplicación, del antes y después y con ello tomar decisiones de hacer una intervención definitiva; entonces ya se construye la solución con todos los elementos físicos necesarios. De no dar una buena respuesta, simplemente se retiran los elementos tácticos y se deja funcionando el espacio público, como existía anteriormente”.
El plan piloto es para que los ciclistas circulen por el carril derecho, en ambos sentidos, con accesos a comercios y otros giros; estará divido por elementos confinadores temporales (separadores de plástico) que se ubicarán cada cinco o siete metros y los ciclistas contarán con semáforos para dar vuelta a la derecha o izquierda.
Los 6.4 kilómetros del carril emergente para ciclistas operará durante las 24 horas del día.
Además de la señalética horizontal y vertical, se contará con la vigilancia de elementos de Tránsito en bicicletas.
El regidor Gilberto López, secretario de la Comisión se mostró a favor de que el futuro este programa piloto se quede de manera permanente, después de reconocer que hay “hacinamiento en el transporte público” y que algunos usuarios “se quitan el cubrebocas cuando están dentro de los camiones”.
Los tres meses de prueba del programa son los que marca la fundación alemana GIZ, asesora en la implementación, para evaluar el diseño, la operatividad y los resultados finales. “La consultora estima que son cuando menos tres meses para tener indicadores de medición, en menos tiempo no se podría tener un indicador”, afirmó el presidente de la Comisión, Salvador Sánchez Romero.
En la evaluación final puede arrojar que haya problemas que puede ocasionar a automovilistas, que sea un éxito o que incluso ni siquiera se ha utilizado el carril emergente con la afluencia que se prevé.
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A pregunta de la regidora Vanessa Montes de Oca, Luis Enrique Moreno afirmó que la inversión es de 2.5 millones de pesos para la señalética vertical y horizontal y un millón más para los cabezales de fase semafórica para los ciclistas. Los recursos lo ejerce la dirección de Obra Pública.
Por ahora, el carril emergente sólo será para bicicletas y de funcionar, se pensaría en permitir la circulación de bicicletas eléctricas, scooters o sillas de ruedas eléctricas.
Diagnóstico de movilidad
En la misma comparecencia del director de Movilidad, Moreno Cortés dio a conocer un diagnóstico en el que reconoció que las banquetas en la Zona Centro son muy angostas y no todas son de accesibilidad universal.
También dijo que uso de motocicletas ha aumentado hasta tener un registro de 70 mil usuarios, “lo que obliga a generar mecanismos de control de seguridad para que circulen como cualquier vehículo automotor y evitar accidentes”.
Después de 16 años del Sistema de Transporte Integrado en León, dijo que faltan carriles exclusivos, que hay saturación en el transporte público en las horas pico y que se carece de infraestructura en algunas zonas, como pavimentación, lo que ocasiona mayores tiempos de traslado.
Comentó que son 17 zonas vulnerables donde faltan banquetas y ciclovías, además de servicios básicos. Afirmó que con estas áreas e incluso en vialidades primarias, hay un déficit de 520 kilómetros de banquetas.
En León, desde abril se puso la aplicación optibus para planear viajes y son 20 mil usuarios los que han descargado la app. El director comparó el 2019 con el 2020 y explicó que debido a la pandemia hubo un descenso en la movilidad en el transporte público por el cierre de escuelas, luego de actividades esenciales, hasta 60 ó 50 %, “en el último mes”.