San Francisco del Rincón, Gto.- Hace un año, cuando la pandemia comenzó, nadie se imaginaba la magnitud ni los alcances de este virus, mucho menos, el número de contagios y muertes que el Covid-19 iba a dejar a su paso. Ahora, los adultos mayores acuden a vacunarse contra esta enfermedad que jamás pensaron que llegaría a los alejados poblados en los que viven.
Tal es el caso del señor José López de 75 años, un habitante de la comunidad Mexiquito, ubicada en la zona serrana entre San Francisco del Rincón, Manuel Doblado y Cuerámaro.
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No alcanzó lugar y fue a San Ignacio
Antonia Hernández de 70 años, tenía mucho miedo de aplicarse la vacuna, debido a la enfermedad que padece, pero después de que su médico de cabecera habló con ella, estuvo más tranquila y confesó que la inyección no le dolió.
“Soy de la zona Centro, tengo 78 años y fui a varios módulos pero ya no alcanzamos, una amiga nos dijo que acá había lugar y a las cinco de la mañana llegamos, es una alegría muy grande que la vacuna haya llegado, y hay que aprovecharla, porque es para nosotros”.
“Nunca lo imaginé”
“Mis hijos se vinieron a formar a las ocho de la mañana, ya había algo de gente pero no tanta, me levante, almorcé y me trajeron. Le voy a decir algo, nunca me imaginé que llegara esta enfermedad al rancho, luego me decían que ya hay enfermos en León, nunca pensé que llegara a mi pueblo, no hay muchos casos, pero si hay conocidos de ahí que ya traen ese virus”, contó el señor José quien estaba sentado en un banco, bajo la sombra de un árbol.
Llegaron desde Manuel Doblado
A pesar de que una remesa con vacunas, también llegó a Manuel Doblado, el matrimonio conformado por Carmen Murillo de 85 años y Felipe Santos, habitantes de la comunidad de Piedras Negras, prefirieron acudir a San Ignacio de Hidalgo en San Francisco del Rincón.
“Mi nieta vive aquí y le habló a su mamá, le dijo que nos vinieramos para acá, que había menos gentes y pues nos trajeron, hicimos como 40 minutos de camino, llegamos a las ocho y ya estamos esperando que nos toque”, dijo la señora Carmen.
Su esposo, Felipe, dijo que “Pues algunos dicen que sirve y otros que no, pero pues ya supimos de gente que se ha enfermado, en la comunidad un señor se murió, otra mujer se curó y la otra está muy grave, si están poniendo esta vacuna es por algo y más vale”. Comentó.