León, Gto.- Desde hace más de 31 años la señora María Elena Núñez ha seguido la tradición que le fue inculcada por su abuelo, en la colocación del altar de la Virgen de Dolores.
La madre de familia reconoció que las manifestaciones de fe y devoción como lo es el Viernes de Dolores no se va a perder por la alerta sanitaria provocada por el coronavirus, aseguró.
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Desde muy temprano y junto a sus hijos dio inicio a la tarea de la colocación del altar en honor a la Virgen María de los Dolores o también conocida como “La Dolorosa”.
Los colores morado y blanco anteceden los actos religiosos de la pasión de Cristo y su resurrección.
La colocación de semillas como el trigo, maíz y lentejas forman parte de la ofrenda rogando a la virgen nunca falte el alimento en la casa, las flores brindan la alegría en el dolor por el triunfo de "hijo del hombre".
Ya entrada la tarde María Elena junto a su familia repartirá entre vecinos y amigos en esta ocasión paletas hechas a base de agua y frutas de temporada como signo de las lágrimas de “La Dolorosa”.