León, Gto. - María Delgadillo tiene 85 años, usa un suéter y un rebozo para cubrirse del frío, no tiene medias, solo unos zapatos de tela que le dan el calor suficiente para poder levantarse todas las mañanas a poner la olla de café.
En la zona sur de León, se encuentra Real Providencia, entre Noria de Septién y San Juan de Abajo la calle San Andrés es testigo cómo la señora María todos los en su silla contempla el cielo para recibir los rayos del sol que le permitan obtener fuerza, pero estos días con la llovizna la mayoría del día se queda en una habitación de cuatro por cuatro metros viendo la televisión a lado de sus dos hijos quienes viven con ella.
“Mi esposo esto fue lo único que nos dejó, ¡yo no sé qué hubiera hecho si no nos hubiera comprado este terrenito, al menos ya tenemos para cubrirnos del frío y de la lluvia!, comentó la señora.
Todas las noches se cobijan las frazadas que le han regalado los vecinos pues con eso de que los presidentes de colonos dicen que no pertenecen a San Juan de Abajo no les dan una ni una sola cobija para minimizar el frío.
María dice “vivir en la gloria” a comparación de familias que habitan la zona en espacios de 7 metros por cinco metros donde improvisan paredes con madera y lonas.
Con esto queda claro que el frío desnuda la pobreza y agrava su situación económica debido a que su salud la dejan en último término para salir trabajar y llevar el taco a su mesa y además, desembolsando un poco más para comprar el gas y tener todo el día poner agua con canela o café para que “ver si alivia la frialdad que traen por dentro”.
En estas comunidades, la Navidad y Año Nuevo las personas hacen fogatas, se sientan alrededor y conversan, si hay vecinos que celebran en grande acuden y con suerte les dan cena, de no ser así cenan y se van a dormir para el siguiente día empezar con la rutina.