Yuri y Laura escalan Makalu y lo comparten con los lasallistas

León, Guanajuato.- El matrimonio conformado por Yuri Contreras y Laura González escaló Makalu, la quinta montaña más alta del mundo con 8 mil 462 metros de altura sobre el nivel del mar.

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La pareja de alpinistas compartió esta experiencia con la comunidad de la Universidad De La Salle Bajío, reunida en el Parque de Innovación.

“Makalu: Volver a nacer”, fue el título de la conferencia en la que compartieron la bitácora de la expedición.

De profesión educadora y madre de dos hijos, Laura ha realizado ocho expediciones al Himalaya donde ha logrado conquistar seis cumbres de más de 8 mil metros; ha escalado dos veces el Everest por diferentes rutas, lo que la colocó como la primera latinoamericana en realizar dicha hazaña.

Monte Manaslu (Nepal) 2008, Monte Everest (Ruta Sur) 2009, Monte Everest (Ruta Norte) 2010, Monte Shisha Pangma (Tíbet) 2011, Monte Makalu (Nepal), Monte Cho Oyu (Tíbet) 2014, Monte Gasherbrum 2 (Pakistán) 2015, Montaña K2 en 2016 (Pakistán), siendo esta la más peligrosa del mundo.

Por su parte, Yuri es médico ortopedista y montañista desde 40 años, en los que ha sumado 13 expediciones al Himalaya, llegando a la cumbre de estos ingentes picos de 8 mil metros en 10 ocasiones.

El Everest en cuatro ocasiones y fue el primer latinoamericano en subirlo por dos diferentes rutas en 1996 y 1997, lo que le valió ser nominado como Premio Nacional del deporte en 1997.Broad Peak (Himalaya) 1998; Monte Lhotse (Nepal) 2001.

Desde el 2008 ha escalado junto con Laura las mismas montañas siendo la pareja de montañistas más exitosa de América Latina.

Yuri y Laura compartieron esta vivencia desde su llegada a Nepal, donde atravesaron caminando varios pueblos y conocieron su cultura, gastronomía y costumbres. Luego, arribaron al campamento base donde fueron recibidos por los Sherpas, término que significa gente del Este y se refiere a las personas que fungen como guías para escalar la montaña, quienes les dieron de comer y algunas indicaciones para emprender la aventura.

“Fue una experiencia muy dura, llena de retos, pero al final muy satisfactoria porque en años anteriores habíamos querido hacer cumbre, pero no se pudo, quedamos a nada de subir, pero por salud tuvimos que descender y volver a intentarlo y lo logramos”, comentó Laura.

También, explicó lo difícil de su travesía como, por ejemplo: soportar las altas temperaturas, el cansancio y dormir a la intemperie con solo una casa de campaña como refugio del aire helado, pero expresó que disfrutó cada momento, como el impresionante paisaje de las montañas y del Everest, las noches llenas de estrellas y la luz de la luna.

Una aventura accidentada

Por otra parte, Yuri narró el trágico momento en el que sufrió un brutal accidente, el cual pudo ser mortal, y del que se recuperó rápidamente.

“La expedición a Makalu no termina cuando uno hace cumbre, porque el descenso es aún más difícil, me encontraba bajando una pendiente con la ayuda de una cuerda cuando se rompió metros adelante y totalmente fui cayendo sobre las rocas golpeándome la cabeza, embestí a Laura que estaba a 5 metros a bajo de mí y caímos”.

El alpinista contó que aún les quedaba una hora para llegar al campamento base, sin embargo, con su herida siguió caminando hasta llegar ahí, donde fue auxiliado por otros compañeros alpinistas. Estuvo 17 horas aproximadamente sangrando, pues había sido profunda y extensa, esperó hasta que un helicóptero llegó al lugar para trasladarlo al hospital más cercano donde recibió la atención médica adecuada.

También, había sufrido una lesión en el pie derecho a causa de las bajas temperaturas y la falta de oxígeno, pero ahora se encuentra en recuperación y feliz de compartir el éxito de volver a casa vivos y juntos; pues más allá de haber llegado a la cumbre, el verdadero logro de esta aventura fue sobrevivir al trágico momento que vivió al descender.

Asimismo, Laura expresó la preocupación que vivió en los momentos trágicos de Yuri y que sin pensarlo lo ayudó a sobrevivir para volver con sus dos hijos, a quienes aman incondicionalmente y llevan consigo en el corazón en todo momento.

Finalmente, se abrió un espacio de preguntas y respuestas; una persona de la audiencia los cuestionó si tienen planes a futuro de volver a escalar y a dónde irían, ellos les comentaron que en ese momento no tenían claro si lo harían de nuevo, sin embargo, no se cerraban a la posibilidad pues la montaña es parte de su vida.