SANTIAGO DE CHILE. El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, jurará este día el cargo para liderar al pueblo chileno en un momento de grandes desafíos políticos y sociales, con la promesa de cambio y ante la incertidumbre del proceso constituyente, del que emanará una nueva Carta Magna.
Ante una crisis de confianza en las instituciones, Boric y su Gobierno suponen la irrupción de nuevas formas de hacer política, una mayor pluralidad ideológica y una ruptura del sistema de partidos. Además, su Gobierno supera la paridad de género y cuenta con 14 ministras de los 24 miembros que lo conforman.
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Boric, mantuvo las primeras reuniones bilaterales con algunas delegaciones internacionales y varios mandatarios, en la víspera de su toma de posesión.
El exdiputado de izquierda y antiguo líder estudiantil recibió en la Municipalidad de Santiago a varios jefes de Estado o de Gobierno: el presidente de Paraguay, Abdo Benítez; de Perú, Pedro Castillo; de Ecuador, Guillermo Lasso, además del primer ministro de Haití, Ariel Henry, y los jefes del Ejecutivo de Guyana y de Curazao.
También se encontraron con el futuro mandatario Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Como parte de las comitivas para la toma de protesta de Boric, el Rey Felipe VI de España también arribó a Chile, donde mantuvo una reunión con el presidente electo y con el mandatario saliente Sebastián Piñera.
Boric, que se convertirá con 36 años en el presidente más joven de la historia de Chile, tendrá que hacer frente a una exigente agenda social derivada de las fuertes protestas que iniciaron el 23 de octubre de 2019 y que han puesto de manifiesto las graves desigualdades sociales y económicas que atraviesa el país.
Boric, que ha recalcado su intención de hacer de Chile un "lugar más justo", dio un salto en el mundo de la política durante el estallido social y se convirtió en uno de los firmantes del acuerdo político a favor de una nueva Constitución que sustituya la actual, que se remonta a la dictadura de Augusto Pinochet.
En sus últimas horas de gobierno, Piñera ofreció un último discurso a la nación, donde realizó un balance de la gestión de su Gobierno y expresó su preocupación por el trabajo de la Constituyente, a la que considera que hay un afán "refundacional" e "identitario" desde distintos sectores.
El que dejará de ser el presidente chileno de forma oficial ha advertido de un posible debilitamiento del poder judicial en la nueva Carta Magna y ha incidido en la importancia de respetar las libertades y derechos de los chilenos.