PARÍS, Francia - La popularidad del presidente francés, Emmanuel Macron, se desplomó brutalmente este mes, llegando al nivel más bajo desde que llegó al poder, en mayo de 2017. Esa inquietante advertencia surge de un sondeo divulgado ayer por el instituto Ipsos.
Con apenas 35% de opiniones favorables, el joven jefe de Estado de 40 años perdió cinco puntos en 30 días y se ubica incluso en un nivel inferior al que tenían sus dos antecesores en circunstancias análogas: nueve meses después de llegar al poder, el conservador Nicolas Sarkozy totalizaba 36% y el socialista François Hollande 39%.
Macron perdió sobre todo el apoyo de los simpatizantes del movimiento de la derecha conservadora Los Republicanos (-13 puntos) y del Partido Socialista (-9).
El fuerte cambio de tendencia es inquietante porque se produjo después de cinco meses consecutivos de aumento, que le habían permitido acumular hasta 40% de opiniones favorables en enero.
Activo en el país y decidido a transformarse en una de las principales figuras de la política internacional, Macron interviene en todos los frentes. Esta semana, por ejemplo, el joven presidente advirtió que Francia está dispuesta a intervenir militarmente en Siria si se demuestra que las tropas del régimen de Bashar el Asad utilizan armas químicas contra la población.
El jefe del Estado, según el análisis de Ipsos, paga tributo a su política económica y especialmente a la ola de despidos favorecida por la nueva ley laboral. Macron se repliega sobre todo en los sectores de menores ingresos. Entre los pensionados, por ejemplo, retrocedió 10 puntos como consecuencia de su decisión de aumentar las contribuciones sociales. Esa punción general es compensada con reducciones impositivas que, sin embargo, excluyen a los seniors.
Por el contrario, Macron gana 5% entre los ejecutivos. Esa cifra permite a la oposición de izquierda seguir insistiendo en que el país está gobernado por un “presidente de los ricos”.
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