ACÁMBARO, Gto.- La mañana del 24 de octubre será recordada por los habitantes de la colonia San Isidro como un día de caos y miedo. A las 6:15 horas, una explosión sacudió las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, destrozando casas y vehículos en los alrededores, y dejando a muchas familias sumidas en la incertidumbre.
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Lo que era una mañana tranquila se convirtió en una pesadilla cuando un coche bomba estalló, provocando daños materiales y un temor que aún persiste en la comunidad.
"Pude perder a mis hijas": el miedo de una madre que lo perdió todo
Karina “N”, una de las vecinas más afectadas por la explosión, perdió la mitad de su casa. A través de un video compartido en redes sociales, expresó su desolación y el miedo que sintió al darse cuenta de lo que había ocurrido. “Es una tristeza despertar este 24 de octubre con la sorpresa de un coche bomba. ¿Cuál es la seguridad aquí en Acámbaro? Pude perder a mis hijas el día de hoy”, lamentó la madre, mostrando los restos de su hogar.
"El estruendo fue como un rayo": jóvenes y adultos narran la fuerza de la explosión
David “N”, un joven estudiante que se preparaba para ir a la escuela, fue testigo de la devastación. “Se escuchó un sonido muy fuerte, como un rayo, hasta mi portón retumbó. Pasaron como cinco minutos y salí a asomarme. Vi mucha gente en la calle, viendo qué había pasado, porque había mucho humo. Afuera de mi casa encontré un pedazo del mofle del coche bomba, y voló unos 120 metros para llegar hasta acá”, relató David, aún incrédulo ante la magnitud del estallido.
Por su parte, el señor Javier “N”, otro vecino cercano a la comandancia de seguridad pública, describió cómo fue su reacción inicial. “Al principio pensé que alguien había chocado contra mi portón, el estruendo fue tan fuerte. Salí a ver desde el balcón, pero no vi nada. Pensé que se trataba de la explosión de un tanque de gas, ya que es la hora en la que los papás preparan el lonche para los hijos que van a la escuela”, explicó. Sin embargo, lo que vio al acercarse a la terraza lo dejó helado: “Vi una llamarada en medio de los pinos y mucho humo negro”, añadió, aún con el miedo palpable en su voz.
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"Nunca habíamos vivido algo así": el temor de una comunidad
Javier también expresó su sorpresa al enterarse de que la explosión había sido causada por un coche bomba. “Primero decían que era una granada, después que era un coche bomba. Empezamos a ver videos en el celular y fue lo que más nos sorprendió. Nos dejó atónitos. Había habido ataques a la policía antes, pero algo así nunca lo habíamos experimentado. Esto da mucho temor, porque si no respetan a la policía, menos a la gente”, reflexionó.
El impacto fue tal que las puertas metálicas de su casa se abrieron por la fuerza de la explosión. “Para que se abran así, tuvo que haber sido algo muy fuerte. Nos dio mucho miedo”, confesó.
José Luis “N”, otro residente de la colonia, describió cómo inicialmente pensó que se trataba de un sismo. “Sentí como si fuera un temblor. Pensé que los transformadores habían explotado, pero luego el techo empezó a desmoronarse y supe que era algo peor. El cemento caía del techo, los vidrios se rompieron, y cuando salí a la calle, todo era caos. Vi humo y llamas a lo lejos”, relató, recordando los momentos de pánico que vivió esa mañana.
Temor en otras zonas de Acámbaro y Jerécuaro
No solo la colonia San Isidro vivió momentos de miedo. El centro de Acámbaro también se sumió en el pánico cuando, más tarde ese mismo día, se reportó una mochila sospechosa en el Jardín Principal y un vehículo abandonado en la colonia Emilio Carranza. Las autoridades respondieron de inmediato, pero después de una exhaustiva revisión, se descartó la presencia de explosivos en ambos casos.
Por su parte, en Jerécuaro, el estallido de otro coche bomba y el incendio de una patrulla en el centro del municipio dejaron a los habitantes sumidos en la angustia. Viviendas y vehículos también sufrieron daños en la explosión, mientras los vecinos intentaban comprender lo que había ocurrido en su comunidad, que hasta entonces había vivido en relativa calma.
