LEÓN, GTO.- Un recién nacido, fue abandonado en el arroyo de Los Naranjos. Vecinos de la zona que pasaban por el lugar lo localizaron y dieron aviso a las autoridades la tarde de este domingo.
Se desconoce el momento exacto en el que fue abandonado y quienes son sus padres. Tampoco se ha precisado si ellos son los responsables del hecho pero el caso ya se encuentra en investigación por parte del Ministerio Público.
LOS ALERTA EL LLANTO
Vecinos de la zona, caminaban cerca de las seis de la tarde, en las inmediaciones del Arroyo de Los Naranjos en la calle Río Nilo, casi esquina con Estambul.
Ellos escucharon el llanto de un bebé y creyeron que provenía de algunas de las viviendas, sin embargo, el recién nacido lloró con más fuerza y entonces las personas, se dieron cuenta que el ruido provenía del río.
Al acercarse entre el lecho seco y la orilla del arroyo vieron al bebé, envuelto en una cobija y llorando por lo que de inmediato lo sacaron del lugar.
Uno de los vecinos, camino con el bebé hasta su casa en la calle Palestina esquina con Beirut y dio aviso a las autoridades municipales.
POCOS DÍAS DE NACIDO
En el lugar se mencionó que el pequeño, tiene entre tres y cinco días de nacido. Trascendió que aún llevaba el cordón umbilical.
Luego de los reportes a los números de emergencia 9-1-1, se movilizaron de inmediato oficiales de la Policía Municipal y paramédicos de Protección Civil, quienes de inmediato abordaron al bebé a la ambulancia para revisar su estado de salud y sus condiciones físicas.
Posteriormente lo trasladaron a un hospital y dieron aviso a la Fiscalía General del Estado, por lo que el personal ministerial llegó al nosocomio para atender el caso e iniciar las investigaciones para localizar a sus padres y esclarecer si ellos estuvieron involucrados en el abandono del menor. Tampoco se precisó el estado de salud del bebé.
VECINOS NO VIERON NADA
Los vecinos indicaron que posiblemente, el bebé tendría apenas un par de horas en el lugar o menos. Ya que alrededor de las tres de la tarde varios niños estaban jugando fútbol en la calle, justo a esa altura y no vieron nada extraño.
"Quizá lloró porque tenía hambre, le dio frío o algo, por suerte no le picaron las hormigas, estaba totalmente envuelto en su cobija". Declaró René, vecino del lugar.