Gustavo Ceja Soria de 29 años, fue víctima de la delincuencia que azota la ciudad. Nadie, ni sus familiares, amigos y sociedad, entienden porque tuvieron que matarlo para quitarle la moto. Pues los ladrones y asesinos abandonaron el vehículo cuadras adelante.
Profesionista y buen ser humano
Gustavo, era una persona íntegra, un hijo ejemplar y un profesionista responsable. Él tenía su domicilio en la colonia Jardines de San Pedro, ahí vivía con sus papás y su hermana.
Al terminar la Prepa, viajó a la ciudad de Morelia, de donde era originario, para estudiar la carrera en Químico Farmacéutico en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Al egresar, regreso a León, para trabajar. Actualmente, era empleado de un laboratorio.
Las motos su pasión
Gustavo pertenencia a un moto club, pasión que desde muy joven desarrolló. Al joven, le gustaba salir a otros estados y viajar en carretera en su moto.
Todos los jueves, se reunía con todos los bikers de su grupo, para convivir, planear rodadas o viajes. Y la noche del jueves, regresaba de esa junta y se dirigía a su casa pero lamentablemente ya no llegó.
Por robarle su moto
El jueves, cerca de las nueve de la noche, Gustavo se detuvo en una tienda de abarrotes, ubicada en la calle Paseo de los Colibríes esquina con calle paseo de los Azores de la colonia San Isidro, para comprar unas cosas que necesitaba. Al salir, varios hombres se le acercaron y lo balearon en cráneo y tórax para despojarlo de su moto.
Las lesiones, causaron la muerte casi instantánea de la víctima, mientras que los agresores huyeron de inmediato del lugar con la moto. Por las prisas, olvidaron el arma junto al cuerpo de Gustavo.
Tras un operativo realizado por la policía, en la calle Malinalco de la colonia Azteca, fue encontrada la moto de la víctima, abandonada a las afueras de un domicilio.
En el lugar fueron encontrados dos casquillos percutidos 9 milímetros, los cuales corresponden con el arma asegurada.
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