León, Gto.- Fernando Alonso Rangel tenía 21 años, le gustaba la música de banda y salir con sus amigos. Lamentablemente, falleció el domingo pasado, luego de que el sábado en la madrugada sufriera un accidente vehicular. Su vida trascendió al donar sus órganos.
El accidente
El viernes pasado, Fernando a quien de cariño le decían “Chipis”, salió a ver a su novia y ya iba de regreso a su casa. Su mamá estaba de visita en una casa en la colonia Piletas y le llamó para que fuera por ella.
El joven de 21 años, iba a bordo de su moto, una Suzuki de color blanco que pasaría a dejar a su casa, para tomar una camioneta e ir por su mamá. Ya era la medianoche del sábado.
Lamentablemente, al circular por el bulevar Campeche y la esquina con la calle Puerto Rico, en la colonia Arbide, el joven fue impactado por una camioneta de color negro. Los testigos señalaron que el conductor se dio a la fuga.
Golpe en la cabeza
Rápidamente, los cuerpos de emergencia llegaron al lugar y trasladaron a Fernando al Hospital Comunitario de las Joyas. Ahí lo estabilizaron y le trataron el trauma severo de cráneo que sufrió. Posteriormente lo llevaron al Hospital General de León.
“Mi hijo no llevaba casco, por eso el golpe fue muy fuerte y además yo creo que iba manejando recio, por cómo se vio el golpe. El domingo en la tarde en el hospital, nos dijeron que tenía muerte cerebral y ya no había nada más que hacer por él”, comentó Francisco Alonso, padre de Fernando de 60 años y fotógrafo de profesión.
Estudiaba enfermería y quería casarse
Fernando era el menor de cinco hermanos, dos mujeres y tres hombres. Estudiaba enfermería pero hace unos meses abandonó la carrera, tenía novia y deseaba formar una familia con ella. Su sueño era casarse.
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Uno de sus pasatiempos favoritos, era reunirse con sus amigos de la colonia. Se juntaban en la esquina de la calle Muños y Yucatán, afuera de la casa de Fernando. En una bocina escuchaban música y tomaban cerveza. “Era muy alegre”, recordó su padre.
En una virgen pintada en la esquina, fueron colocadas dos fotografías del joven a manera de recuerdo. Este martes a las cuatro, el ataúd con su cuerpo, salió de su casa en la colonia Chapalita, para dirigirse al Templo del Perpetuo Socorro y posteriormente al Panteón San Nicolás, en donde reposaran sus restos.
Cuatro vidas
Con su donación Fernando ayudó a cuatro guanajuatenses. Sus córneas y sus dos riñones, serán destinados a personas que están en la lista de espera. Asimismo, su tejido músculo esquelético, fue llevado al banco de tejidos.
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“Estoy triste por su partida, pero me alegra saber que otras personas tienen una esperanza de vida”, finalizó su padre.