GUANAJUATO, Gto. (OEM-Informex).-Mientras el personaje más buscado de los últimos años en Guanajuato aguarda ser juzgado por las instancias locales por el presunto secuestro de una empresaria guanajuatense, a las afueras de los juzgados del Poder Judicial de Puentecillas, donde fue trasladado la noche del lunes, la vigilancia es inferior a la que se ha desplegado en los juicios de sus familiares.
Lunes 3 de agosto, 10:30 de la noche aproximadamente, la gélida noche a consecuencia de las lluvias abraza a los 200 elementos que resguardan la Fiscalía General del Estado, donde José Antonio alias El Marro, esperaba su traslado al Poder Judicial del Estado.
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Las puertas de la Fiscalía se abren, a custodia de agentes de la Agencia Criminal de Investigación José Antonio se prepara para un recorrido terrestre de no más de 20 minutos, sin embargo, con un perfil tan alto en la entidad, fuerzas Estatales y Federales no escatiman en elementos.
A su llegada, ingresa a las instalaciones del Centro de Readaptación Social de Puentecillas, donde pasó la noche en espera de su futuro en manos de las instancias estatales, preámbulo al juicio que deberá enfrentar ante la Federación por presunto robó y trasiego de combustible, además de delincuencia organizada.
Martes 4 de agosto, el clima no es tan tenso como la noche anterior, la vigilancia ha disminuido, son pocos los agentes que resguardan la estancia del Marro, aunque hay incertidumbre sobre su permanencia en Guanajuato o si ya fue trasladado a Valle de Santiago.
En Puentecillas hay un contraste en cuanto a vigilancia, pues el pasado 27 de junio, fecha en que su madre también enfrentó un litigio por presunta posesión de droga, cargos que no pudieron comprobarse y logró obtener su libertad tras una fatídica jornada.