Una tarde de paseo terminó de manera trágica cuando varios jovencitos de secundaria se lanzaron a las aguas de un estanque que se ubica en la comunidad de Mesa de Ibarrilla a nadar; ahora una familia llora la muerte de un niño de 13 años de edad.
Dionicio Fabián es el nombre del estudiante de la telesecundaria de la comunidad de Mesa de Ibarrilla, quien tiene su domicilio en la población cercana de Lagunillas pero que ayer acudió en compañía de su mamá y hermanos a visitar a una tía.Ahora lee ⬇
Se lanzó a nadar
El reporte fue emitido por vecinos del lugar minutos después de las 4:30 horas, al percatarse que el menor no lograba salir del interior de un estanque que se encuentra a espaldas de un grupo casas.
De acuerdo a informes de allegados a la familia, señalaron que el estanque es utilizado para zambullirse por varias personas del lugar para lidiar con las altas temperaturas, pero comentaron que en el fondo existe mucho lodo lo que pudo propiciar el menor quedará atrapado de una de sus extremidades
Información en proceso.
Dos se lanzan a las aguas
La madre y familiares solicitaron la ayuda de dos hombres vecinos de la comunidad quienes se lanzaron al agua en busca del estudiante a quién no lograron rescataron, al sumergirse entre la gran cantidad de lodo.
Con tanques de oxígeno y visores, los buzos de Bomberos de la ciudad realizaron un reconocimiento en el sitio donde se vio por última vez por parte de familiares y vecinos a escasos cinco metros del borde del vaso contenedor de agua pluvial ; a los pocos minutos y con la ayuda de unas cuerdas lograron recuperar el cuerpo inerte del jovencito que fue cubierto con una manta azul.
Sobre unas grandes rocas fue colocado el cuerpo inerte de Dionisio por parte de rescatistas en espera de la llegada de fiscal en turno para dar inicio a las investigaciones y determinar los hechos
Madre llora la muerte
A escasos metros del lugar en donde perdiera la vida madre del menor ahogado lloraba inconsolable la pérdida de su único hijo, los abrazos y las palabras de familiares no lograban contener la histeria de la mujer que se negaba a creer lo que pasaba.
En una parrilla con carbón permanecía aún humeante varios trozos de bistec y chorizo que se preparaba como parte del convivio familiar.