Chihuahua.- No a cualquiera le falla el motor de su aeronave a decenas de metros de altura, se estrella contra el suelo y queda con vida.
Ese fue el caso del joven piloto aviador Javier Silva Guerra, quien narró desde una cama de hospital, cómo impactó la avioneta que tripulaba, contra una barda para evitar una tragedia mayor, cuando casi llegaba a la pista del aeropuerto de Ciudad Juárez, procedente de Aldama.
“Creo mucho en Dios pero en esos momentos ni me acordé de orar, solo pensaba en mi esposa e hija”, relató el hombre de 28 años de edad, originario de la capital del estado, quien a un día de haber prácticamente renacido, aún está resentido por los golpes que sufrió en un violento impacto.
“En ningún momento perdí la calma ni el sentido, a pesar de que empezó a arder la aeronave”, narró con voz aún entrecortada el piloto de nave siniestrada, Javier Silva Guerra.
En entrevista con este medio, todavía convaleciente, en la cama de la habitación 103 del Hospital Ángeles, el piloto aviador accidentado relató la forma en que se registró el accidente que pudo acabar con su vida y con la de varias personas, entre ellas, alumnos y maestros de una preparatoria cercana.
El joven piloto está casado con Yancarla Bejarano, de 22, con la que procreó una pequeña, ahora de unos dos años de edad.