/ lunes 19 de junio de 2023

Recuerdos de la Guerra Sucia: superviviente recuerda cuarto de tortura en Culiacán

En marzo, Martha Camacho regresó en 1977, donde fue detenida por militares e identificó el lugar en el que asesinaron a su esposo

Un mosaico de talavera amarillo con blanco que se deja entrever en el piso aún con la puerta cerrada fue el detalle que Martha Camacho Loaiza identificó en el sitio que hace más de 45 años fue usado por militares como cuarto de tortura y exterminio para acabar con los miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre en Sinaloa.

El 23 de marzo pasado, Martha Camacho —quien fue detenida junto con su esposo, Manuel Alapizco Lizárraga, en 1977acompañó a investigadores de la Comisión para Acceso a la Verdad, Esclarecimiento Histórico e Impulsó a la Justicia de violaciones graves a los derechos humanos de 1965 a 1990 en una inspección a las instalaciones de la novena zona militar en Culiacán, para identificar lugares donde pudieron estar detenidas personas que hoy están desaparecidas.

Te puede interesar: Comisión sobre Guerra Sucia inicia inspecciones en Campo Militar 1 para esclarecer delitos

(Íbamos caminando…) entonces yo volteo a una construcción que están haciendo y es una casa adentro de la zona militar que se supone que era la casa del comandante, pero está llena de monte, el monte tiene incluso hasta un metro de altura y lo que son las puertas, yo (veo) inmediatamente el piso, eran mosaicos amarillos con blanco y las paredes eran azules, en cuanto llegamos todavía no abrían las puertas cuando yo me di cuenta del piso y se los digo”, recordó.

En ese cuarto, le tomaron el registro, fotografías y huellas dactilares a Martha Camacho cuando fue detenida por los militares en el contexto de la Guerra Sucia que perpetraron grupos paramilitares, las Brigadas Blancas de la entonces Dirección Federal de Seguridad (DFS).

A finales de los años sesenta en México hubo una efervescencia social y política tras la masacre de Tlatelolco de 1968, surgieron nuevas organizaciones campesinas y juveniles. En Sinaloa los estudiantes buscaban la autonomía universitaria, becas y descuentos en el transporte público; un sector del estudiantado se radicalizó y se enroló en la Liga Comunista 23 de Septiembre cuando surgió en 1973.

Martha Camacho, quien hoy es profesora universitaria jubilada, era estudiante de economía en la UAS, leía a Karl Marx, Lenin, Rosa Luxemburgo, el diario Excélsior y otros periódicos de difícil acceso en Culiacán, era parte de esa juventud que buscaba un cambio.

A veces nos íbamos a la Isla, era pasar un puentecito colgante, era ir a la librería Santa Rita y comprar el Excélsior, otros periódicos que nada más ahí llegaban, por las tardes o al día siguiente”.

Martha Camacho fue detenida en el contexto de la Guerra Sucia que perpetraron grupos paramilitares | Kevin Chicuate /El Sol de Sinaloa

Recuerda que cuando estuvo detenida en el cuartel militar la interrogaron sobre cuestiones familiares, quiénes eran sus hermanos, a qué se dedicaban. “¿Pero qué necesidad tenías si tu no te estabas muriendo de hambre?”, le decían los soldados.

En 1977 Culiacán se llenó de militares, pues estaba en marcha la Operación Cóndor contra el narcotráfico. Cada día decenas de jóvenes de la Liga Comunista eran detenidos y encarcelados.

Martha Camacho era esposa de José Manuel Alapizco Lizárraga, profesor en la preparatoria Hermanos Flores Magón. Ambos fueron emboscados en su domicilio en agosto de 1977, detenidos y trasladados al cuartel militar.

En una casa que rentamos que estaban muy cerca del Tec de Culiacán... Ahí nos rodearon, hubo patrullas de tránsito que bloquearon varias cuadras a la redonda, nosotros estuvimos (detenidos) del 19 de agosto del 77 al 9 de octubre del 77”.

Martha tenía un embarazo de casi ocho meses cuando fue retenida en la novena zona militar, adentro fue separada de su esposo, se la llevaron directo a una habitación de paredes azules y piso amarillo.

Me golpeaban, me quemaban con cigarrillos

Cuando se reencontró con Manuel, estaba muy golpeado pues había sido torturado, lo llevaron con ella para amenazarlo, para obligarlo a delatar a sus compañeros.

Escucho que alguien viene jadeando, y unos minutos después lo avientan, me quitan la venda y veo que es mi esposo, él está vivo, está parpadeando, balbuceando, pero está lleno de sangre y está con ropa, yo recuerdo perfectamente la ropa que llevaba, llevaba una camisa de la marca Globe con rayas entre cafés y beige, llevaba un pantalón café, lo empiezan a torturar, le dicen 'mira a tu vieja, mira el engendro que trae, lo vamos a matar’ me golpeaban, me quemaban con cigarrillos”, recuerda.

Martha recibió varios culatazos en la espalda, le exigían que diera nombre de los cabecillas o matarían a su hijo | Kevin Chicuate /El Sol de Sinaloa

Martha recibió varios culatazos en la espalda, le exigían que diera nombre de los cabecillas o matarían a su hijo. No olvida que en ese momento, frente a ella, su esposo fue castrado y asesinado de un tiro en la cabeza.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Tengo fotos”, dice, imágenes que encontró en el Archivo General de la Nación cuando se desclasificaron los documentos de la DFS relativos a la Guerra Sucia.

Tras 51 días retenida en la novena zona militar, Martha fue trasladada a una cárcel clandestina al poniente de Culiacán donde dio a luz a su hijo; salió cuando sus padres pagaron un rescate a los soldados. “Tuvieron que vender propiedades... Sacando cuentas sería lo que ahorita son tres o cuatro millones”, dijo Martha, sobreviviente de la Guerra Sucia.



TE RECOMENDAMOS EL PODCAST⬇️

Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

Un mosaico de talavera amarillo con blanco que se deja entrever en el piso aún con la puerta cerrada fue el detalle que Martha Camacho Loaiza identificó en el sitio que hace más de 45 años fue usado por militares como cuarto de tortura y exterminio para acabar con los miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre en Sinaloa.

El 23 de marzo pasado, Martha Camacho —quien fue detenida junto con su esposo, Manuel Alapizco Lizárraga, en 1977acompañó a investigadores de la Comisión para Acceso a la Verdad, Esclarecimiento Histórico e Impulsó a la Justicia de violaciones graves a los derechos humanos de 1965 a 1990 en una inspección a las instalaciones de la novena zona militar en Culiacán, para identificar lugares donde pudieron estar detenidas personas que hoy están desaparecidas.

Te puede interesar: Comisión sobre Guerra Sucia inicia inspecciones en Campo Militar 1 para esclarecer delitos

(Íbamos caminando…) entonces yo volteo a una construcción que están haciendo y es una casa adentro de la zona militar que se supone que era la casa del comandante, pero está llena de monte, el monte tiene incluso hasta un metro de altura y lo que son las puertas, yo (veo) inmediatamente el piso, eran mosaicos amarillos con blanco y las paredes eran azules, en cuanto llegamos todavía no abrían las puertas cuando yo me di cuenta del piso y se los digo”, recordó.

En ese cuarto, le tomaron el registro, fotografías y huellas dactilares a Martha Camacho cuando fue detenida por los militares en el contexto de la Guerra Sucia que perpetraron grupos paramilitares, las Brigadas Blancas de la entonces Dirección Federal de Seguridad (DFS).

A finales de los años sesenta en México hubo una efervescencia social y política tras la masacre de Tlatelolco de 1968, surgieron nuevas organizaciones campesinas y juveniles. En Sinaloa los estudiantes buscaban la autonomía universitaria, becas y descuentos en el transporte público; un sector del estudiantado se radicalizó y se enroló en la Liga Comunista 23 de Septiembre cuando surgió en 1973.

Martha Camacho, quien hoy es profesora universitaria jubilada, era estudiante de economía en la UAS, leía a Karl Marx, Lenin, Rosa Luxemburgo, el diario Excélsior y otros periódicos de difícil acceso en Culiacán, era parte de esa juventud que buscaba un cambio.

A veces nos íbamos a la Isla, era pasar un puentecito colgante, era ir a la librería Santa Rita y comprar el Excélsior, otros periódicos que nada más ahí llegaban, por las tardes o al día siguiente”.

Martha Camacho fue detenida en el contexto de la Guerra Sucia que perpetraron grupos paramilitares | Kevin Chicuate /El Sol de Sinaloa

Recuerda que cuando estuvo detenida en el cuartel militar la interrogaron sobre cuestiones familiares, quiénes eran sus hermanos, a qué se dedicaban. “¿Pero qué necesidad tenías si tu no te estabas muriendo de hambre?”, le decían los soldados.

En 1977 Culiacán se llenó de militares, pues estaba en marcha la Operación Cóndor contra el narcotráfico. Cada día decenas de jóvenes de la Liga Comunista eran detenidos y encarcelados.

Martha Camacho era esposa de José Manuel Alapizco Lizárraga, profesor en la preparatoria Hermanos Flores Magón. Ambos fueron emboscados en su domicilio en agosto de 1977, detenidos y trasladados al cuartel militar.

En una casa que rentamos que estaban muy cerca del Tec de Culiacán... Ahí nos rodearon, hubo patrullas de tránsito que bloquearon varias cuadras a la redonda, nosotros estuvimos (detenidos) del 19 de agosto del 77 al 9 de octubre del 77”.

Martha tenía un embarazo de casi ocho meses cuando fue retenida en la novena zona militar, adentro fue separada de su esposo, se la llevaron directo a una habitación de paredes azules y piso amarillo.

Me golpeaban, me quemaban con cigarrillos

Cuando se reencontró con Manuel, estaba muy golpeado pues había sido torturado, lo llevaron con ella para amenazarlo, para obligarlo a delatar a sus compañeros.

Escucho que alguien viene jadeando, y unos minutos después lo avientan, me quitan la venda y veo que es mi esposo, él está vivo, está parpadeando, balbuceando, pero está lleno de sangre y está con ropa, yo recuerdo perfectamente la ropa que llevaba, llevaba una camisa de la marca Globe con rayas entre cafés y beige, llevaba un pantalón café, lo empiezan a torturar, le dicen 'mira a tu vieja, mira el engendro que trae, lo vamos a matar’ me golpeaban, me quemaban con cigarrillos”, recuerda.

Martha recibió varios culatazos en la espalda, le exigían que diera nombre de los cabecillas o matarían a su hijo | Kevin Chicuate /El Sol de Sinaloa

Martha recibió varios culatazos en la espalda, le exigían que diera nombre de los cabecillas o matarían a su hijo. No olvida que en ese momento, frente a ella, su esposo fue castrado y asesinado de un tiro en la cabeza.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Tengo fotos”, dice, imágenes que encontró en el Archivo General de la Nación cuando se desclasificaron los documentos de la DFS relativos a la Guerra Sucia.

Tras 51 días retenida en la novena zona militar, Martha fue trasladada a una cárcel clandestina al poniente de Culiacán donde dio a luz a su hijo; salió cuando sus padres pagaron un rescate a los soldados. “Tuvieron que vender propiedades... Sacando cuentas sería lo que ahorita son tres o cuatro millones”, dijo Martha, sobreviviente de la Guerra Sucia.



TE RECOMENDAMOS EL PODCAST⬇️

Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

Local

Chayanne gratis en la Feria de León 2025: guía completa para disfrutar del concierto

Aquí te decimos cómo llegar, dónde hospedarte y cómo disfrutar la Feria de León 2025 y del concierto gratuito de Chayanne

Local

La solución a violencia contra mujeres no es catalogar todo como feminicidio: Verónica Cruz

La activista de la asociación Las Libres señala que la solución está en políticas públicas de prevención y en combatir las violencias estructurales de género, no solo en cargar la responsabilidad a la Fiscalía

Local

“Tubería Morada” el proyecto innovador para el agua del futuro en León

León implementa nanotecnología en el tratamiento de agua con la “Tubería Morada”

Local

"El Principito" renace en León; crean mural que une a la literatura y al arte

La magia de El Principito llega a la Biblioteca Ignacio García Téllez con un mural interactivo

Local

Llega el frío y así es como protege el Zoológico de León a sus especies animales

Zoológico de León asegura el confort de sus animales en invierno