PUEBLA.- Tuvieron que pasar tres años, cinco solicitudes y varios juicios para que la Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), emitiera la alerta de violencia de género para 50 municipios de Puebla.
La violencia de género, especificamente el feminicidio, es un delito que tuvo un crecimiento alarmante en ese estado desde 2015, cuando se registraron 50 casos, hasta 81 asesinatos de mujeres en 2018, según cifras de la Red Plural de Mujeres.
En lo que va de 2019 ya suman 40 casos registrados.
La negativa de Segob para emitir la alerta se sustentó en que el estado aún no reunía las condiciones para ello; sin embargo, la Conavim reconocía la existencia de un problema de violencia contra las mujeres al emitir 25 recomendaciones (11 en 2016 y 14 en 2017), las cuales no fueron cumplidas a cabalidad por el gobierno poblano.
A finales de 2017 Puebla se convirtió en el epicentro de los reclamos contra los feminicidios cuando en septiembre fueron asesinadas las estudiantes Mara Castilla y Mariana Fuentes por conductores de Uber y Cabify, situación que tuvo una enorme repercusión en la operación y reputación de ambas empresas.
Con la entrada en vigor de la alerta, una de las obligaciones del gobierno poblano es la de llevar un conteo puntual de los feminicidios, de los cuales, la autoridad mantiene un subregistro, según acusan activistas, ya que no califican muchos de los asesinatos de mujeres dentro de este delito.